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Fuente: publimetro.com.mx |
El
pasado primero de julio se dio un suceso político electoral nunca antes visto
en la historia reciente de nuestro país. Por primera vez desde que tenemos una
democracia -2000- ningún candidato a la presidencia había ganado con tanta legitimidad, no solo en cuanto a
votos sino con el reconocimiento abierto de toda una clase política que se
oponían a su proyecto político.
Sobra
decir que las causas de la victoria de AMLO se deben al hartazgo social, la
decepción generalizada de la primera alternancia – PAN 2000 y 2006 - en la cual
los Gobiernos del partido ganador no pudieron realizar los cambios fundamentales
que el país necesitaba – que hasta la actualidad siguen en la agenda pública – los
cuales son combatir la corrupción, impunidad, desigualdad, pobreza, inseguridad
entre otros.
Ante
ese panorama Andrés Manuel se logró
posicionar como el principal opositor de la clase política que no logró dar los
resultados de la alternancia. En 2006 y 2012 no obtuvo la presidencia porque el
pacto implícito PAN-PRI, para el proceso electoral que culminará los próximos
días no solo la derecha fue dividida, sino el principal partido – PAN – de
oposición.
El
triunfo de AMLO se veía venir, se sentía en el ánimo social, lo que no se esperaba
era la abrumadora victoria, si en cuanto a la presidencia, no en el resto de
los cargos que estaban en juego – Diputados Federales, Senadores, Diputados
Locales, Munícipes y Gobernadores en algunos Estados – en los cuales
simplemente no tuvo competencia.
Los
resultados en el resto de los cargos se deben a la marca AMLO, es decir, no
importaba quien fuera el candidato, con Andrés Manuel en la boleta el
electorado vota más a favor de MORENA, de igual forma con la campaña del “voto
parejo” para que se puedan cumplir las promesas de campaña que tenía que pasar
por el Legislativo.
Se
estima que la coalición encabezada por MORENA obtendrá mayoría entre 17 y 18
Congresos Locales, Gubernaturas; Morelos, Ciudad de México, Chiapas, Tabasco y
Veracruz; La coalición abanderada por el PAN solo obtuvo Guanajuato y
aparentemente Puebla y Yucatán; Movimiento Ciudadano ganó Jalisco. Por su parte
el PRI no obtuvo ninguna victoria.
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Fuente: El Universal Online |
En cuanto al escenario post electoral se esperaba que se judicializara, pero dada la contundente victoria y el reconocimiento ya señalado, el clima social es de tranquilidad y esperanza generalizada. La excepción se dará en Veracruz que a pesar de haber ganado cómodamente MORENA, los Yunes – Panistas – irán hasta las últimas consecuencias. En Puebla se dio una elección más peleada en la cual aparentemente – según el PREP – ganará el PAN, sin embargo se dieron una serie de irregularidades que probablemente se resuelva en tribunales.
¿Qué Sigue?
El
próximo Gobierno que encabezará Andrés Manuel llegará con una gran
responsabilidad, no habrá excusas, no habrá “mafia del poder”, no se enfrentará
a un congreso minoritario como si lo hizo Fox, Calderón y Peña, – el último si
construyó una mayoría al inicio de su mandato - el desenlace ya lo conocemos.
La oposición se verá atada en muchos aspectos, podrán oponerse en el discurso,
pero en los hechos podrán hacer poco.
Para
el caso de MORENA como partido el reto será igual de grande que para el
Gobierno, de ser un partido que no tenía nada, tendrá todo, de ser un
movimiento que se creó con la finalidad de llevar a AMLO a los pinos, una vez
cumplido ese objetivo ¿qué pasará?
Su
Pragmatismo permitió tener voces ideológicamente opuestas que tarde o temprano
se confrontarán internamente. El “pastel” estaba muy grande en estas
elecciones, había rebanadas de sobra para repartir, sin embargo, a partir de
ahora todos querrán comer de ese “pastel”. Los actores políticos tendrán sus
propios proyectos políticos, surgirán liderazgos que hasta ahora se mantenían a
la sombra de AMLO. El reto de MORENA como partido se verá en las próximas
elecciones intermedias.
El
Partido Revolucionario Institucional ha tenido el peor resultado electoral en
su historia, medicamente hablando diría se encuentra con “en estado de coma”,
quien sabe cómo le hará para posicionarse como una alternativa en los
siguientes procesos electorales, para entender el desastre vale
la pena revisar los resultados en el Estado de México; en el Congreso Local la
coalición abanderada por MORENA aparentemente obtendrá la victoria en 42 de 45
distritos y 54 de 125 municipios. Esta derrota en el último bastión priista ya
se veía venir desde las elecciones del año pasado – debido a que MORENA obtuvo
más votos – que si no fuera por sus aliados, no hubiera ganado la Gubernatura
el año pasado. Se avecina la extinción del PRI, algo que parecía imposible hace
apenas seis años, el tiempo dirá si al fin los “Dinosaurios” se extinguen con
el meteorito llamado electorado.
Así
como Meade tenía que cargar la cruz llamada PRI, Anaya – una menos pesada –
hizo lo propio, debido a que precisamente el PAN a partir del 2000 fue el
partido de la esperanza, del cambio, de la alternancia, pero también de la
decepción, probablemente el resultado no hubiera sido tan malo, pero a eso le
sumamos la división interna y se dio lo que ya conocemos
Acción
Nacional se perfila para ser la principal oposición al nuevo Gobierno, así lo
dejó claro Ricardo Anaya en conferencia de prensa el primero de julio cuando reconoció
su derrota, sin embargo primero deben de ordenar su casa, los “rebeldes” del
PAN se encuentran al asecho, es el escenario perfecto para buscar recuperar el
partido que les arrebató Anaya. Algunas voces críticas del partido señalan que
el resultado es una oportunidad para refundarlo, habrá que ver si Anaya se
aferra seguir con el control.
El
mejor ejemplo del mal resultado panista se encuentra en Baja California, Estado
históricamente ganado por el partido, donde inició la alternancia en los Gobiernos.
De tener ocho diputados por principio de mayoría relativa pasa a no tener
ninguno, en el Senado se perdieron los dos escaños. Hay que hacer una anotación
para el caso del Estado, hay que darle algo de crédito a los desastrosos
Gobiernos, Kiko Vega en el Estado y el apodado “Patas” en Tijuana.
El
PAN deberá entrar en un proceso de reflexión interna si es que quiere de nuevo
ser la alternativa y oposición que alguna vez llegó a ser.
Habrá
una reconfiguración del Sistema Político Electoral mexicano, pasó un “huracán”
llamado Andrés Manuel López Obrador el cual removió todo, a partir de la
instauración de nuevo Gobierno, nuestro sistema ya no será el mismo. Veremos si
se repite el patrón de los últimos procesos electorales, después de cada
proceso hay reforma electoral para cambiar aquello que a los partidos políticos
les estorbó.
Todo
el cambio nos lleva retroceder aparentemente en cuanto a que tendremos un
presidente hecho en el viejo PRI, con el capital político que solía tener el
viejo PRI, con el pragmatismo del viejo PRI, con la intolerancia del viejo PRI.
Espero estar equivocado. En seis años estaremos evaluado ya con hechos las repercusiones de lo acontecido el domingo pasado.