lunes, 11 de marzo de 2019

A cien días sin oposición

Han pasado cien días desde la llegada de Andrés Manuel López Obrador a los Pinos, digo, Palacio Nacional, todos los análisis y críticas se han enfocado a sus acciones del nuevo Gobierno y la nueva hegemonía de MORENA. 

Lo que se deja de lado es que si bien quien toma las decisiones públicas son quienes ostentan el poder político, no debe permitir que éste se ejerza sin crítica y contrapesos, ya que no abona en nada a la Democracia. 

AMLO tiene el apoyo popular, por ende ante cada crítica o señalamiento ante sus acciones son defendidas con o sin razón, pero no por ello quiere decir que el Presidente tome las mejores decisiones para el país. Algunas si y otras no. 

La siguiente parada importante en las urnas son las intermedias - a excepción de este año en Puebla y Baja California, que son de Gobernador - y desde ya se tiene que estar reagrupando las fuerzas políticas opositoras si quieren competir realmente.

La oposición se puede ver desde tres aristas; los partidos políticos, la sociedad civil y los Gobernadores, que si bien estos últimos son emanados de partidos juegan su propio juego.   El error cometido por la oposición - que aparentemente sigue noqueada - es fragmentarse, el PAN, PRD, MC, PRI y PVEM parecen estar en su propia dinámica interna. 

El PAN, supuestamente es la única oposición en términos de partido político. Sin embargo se encuentra desdibujado, no tiene un líder sólido; quien ya estaba abanderando una oposición desde el Senado era Rafael Moreno Valle, pero ya no está. El otro personaje que pareciera estar más en campaña que gobernando Chihuahua es Javier Corral, pero no se aprecia un apoyo general del partido en torno a él. 

Con las inminentes derrotas de que se avecinan en este proceso electoral en algunos Estados el futuro del PAN se ve muy obscuro. Hemos visto en peores condiciones al partido en épocas de hegemonía priista y han salido adelante, con la variante que en aquel entonces el partido estaba fuertemente unido. 

En cuanto al PRI, sin duda está en vías de extinción. Un partido más que desgastado, al cual no se ve cómo pueda recuperar poder político. En cuanto dejó de ser la hegemonía, sus miembros siguen migrando a otros partidos y se ha quedado como un partido pequeño pero muy compacto. A pesar de ello no le dará para sobrevivir al siguiente proceso electoral. Hay señales y argumentos suficientes para decir que su cercanía con el presidente se irá intensificando y al final el PRI será absorbido por MORENA. 
Vía: Web
El PRD en términos médicos está con respirador artificial, su desintegración y por ende desaparición; puede ser en las próximas intermedias. Tomando en cuenta que hay desbandada del partido en el congreso, todo parece indicar que a éste también lo terminará absorbiendo MORENA. 

El PVEM que tan pronto terminó la elección se fue con MORENA. Hasta cierto punto podría decirse que era natural, estaba con el PAN mientras gobernaba. Luego con el PRI por las mismas razones y ahora con el partido en el poder. Por ende la poca fuerza política que representan el PVEM no será parte de la oposición sino todo lo contrario. 

MC es el partido emergente que busca abrirse paso y podría recoger alguna parte del electorado que no está con MORENA, pero tampoco se identifica con otros partidos. Ahora tiene un Gobernador en Jalisco como lo es Enrique Alfaro, que seguramente está ya en marcha su plan para buscar la presidencia en el 2024.   Quizá ellos se sumarán al PAN para ser una voz desde las cámaras que le haga frente al Presidente. 

Por otra parte se tiene a la sociedad civil que desde los diversos foros, cámaras empresariales y demás organismos no  gubernamentales, buscan hacerle frente en un debate de ideas; que si bien pueden tener la razón en la mayoría de los temas, la narrativa no ha sido lo suficientemente convincente para que los ciudadanos les compren sus argumentos. 

Finalmente se encuentran los Gobernadores. Ellos a pesar de no querer ir en el mismo sentido del Presidente se ven limitados a diversas presiones, por ejemplo el presupuesto. Que históricamente ha sido un forma de control político hacia los Gobernadores, pero todavía hay una razón de mayor peso. Es la fiscalización de sus gestiones, ninguno quiere ser el próximo Padrés o Duarte. La lógica de los Gobernadores partiendo de esas premisas es no meterse con el Presidente y como consecuencia quiere decir no oposición. 

Lo cierto es que hubo un 47% del electorado, el cual no se identificó con el proyecto del Presidente. Eso no quiere decir que se traduzca en apoyo al PAN, el cual aparentemente será el abanderado de la oposición

La respuesta a porqué realmente el Gobierno no tiene una oposición es debido a que quienes buscan hacerle frente, son los mismos que fueron arrasados en las pasadas elecciones. Los ciudadanos ya no les compran sus ideas, en campaña no lograron imponer su narrativa sobre la de AMLO. Es momento de replantearla lo más pronto posible.   

Hay un hueco que no está a favor del Presidente y nadie lo ha llenado, en la medida que alguien lo llene y abandere la oposición,  será el nivel de resistencia que tenga el presente Gobierno.  







  

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